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Este lunes tuvimos en el programa al Dr. José Nieto Navarro, físico que trabaja en nuestra Universidad Autónoma de San Luis Potosí y realiza trabajos aplicados a la generación de energías alternas, además de su encargo del laboratorio de licuefacción de nitrógeno y de trabajo de efusión de gases para la deposición de partículas y generación de películas o capas delgadas.
Sus trabajos más recientes y de mayor interés son, primero, los estanques solares. Estos son grandes tanques con bastante agua que reciben la luz solar y almacenan su energía. Lo difícil es lograr que el agua tenga 3 capas principales: la más profunda es una capa saturada de sal, la cual puede almacenar calor, mucho calor y, por su salinidad, impide que el agua pierda densidad, de manera que no ascienda, es decir, impide que se produzca la convección. Esta capa mantendrá, pues, todo el calor recibido por la radiación solar, el cual se conduce por gases, por ejemplo a través de tuberías que luego llegarán a algún generador de energía eléctrica. La segunda capa es un gradiente de salinidad que también mantiene temperaturas altas hasta disminuir y llegar a la capa superficial sin sal, la cual se encuentra a temperatura más o menos ambiente. Es un proceso alternativo para industrias y otras aplicaciones, aunque voluminoso, por las áreas tan grandes que estos estanques necesitan.
El segundo proyecto es la fabricación de estufas solares domésticas. El Dr. Pepe Nieto ha trabajado a la par con el Ing. Jean Fritch, profesor emérito de la Facultad del Hábitat quien es el precursor de las tecnología alternativas en San Luis Potosí, desde hace algunas décadas. Juntos están adaptando y mejorando algunas creaciones de estufas que funcionan solamente con la energía del sol. La meta es lograr subir su eficiencia, es decir, lograr temperaturas cada vez más altas que permitan cocinar distintos alimentos. Por el momento logran temperaturas alrededor de los 200°C, suficiente para cocer verduras, hacer pasteles y algunos otros guisos.
Pepe Nieto nos contó que construyó una estufa solar casera con una hielera de unicel, forrada de papel aluminio y una lámina negra en el fondo, un vidrio como tapa y espejos laterales inclinados para agregar algo de calor extra. Dentro se deposita una caserola negra con tapa negra o de vidrio y el alimento que se pretende cocinar. Con esto ha logrado con éxito cocinar distintos guisos que se cocinan durante toda la mañana en la azotea de su casa.
Nos vemos el lunes.
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