miércoles, 8 de junio de 2011

Legislación y vigilancia



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Para dar continuidad al tema de políticas públicas invitamos al Diputado Luis Manuel Calzada Herrera, del Congreso de San Luis Potosí, para platicar de las políticas públicas y la vigilancia de los dineros que la Comisión de Vigilancia, a su cargo, realiza sobre los organimos estatales. Luis Manuel nos contó de la gran cantidad de trabajo que requiere la revisión de todas las cuentas y del poco, o ínfimo, personal disponible para ello. Mi interés, durante la charla, fue sobre la vigilancia del dinero para la educación. La Universidad Autónoma de San Luis Potosí es también una entidad que vigila esta comisión.

Hasta el momento, este trabajo, se ha centrado en el apego a la correcta aplicación de los presupuestos de las entidades estatales. El Diputado Calzada habló de la importancia de vigilar también la calidad de esos gastos. Esta sería otra tarea titánica, quizá a la par de la revisión de los gastos. Me tomé la libertad de proponer la idea de contar, quizá, con una Comisión de Desempeño, donde se dediquen de tiempo completo a desarrollar los indicadores de gestión de cada entidad.

Por ejemplo, si se compraron 1000 computadoras, para cierto grado de primaria con todo y conexión a internet, poder comparar si se elevaron los resultados de la prueba Enlace de los estudiantes. Algunos procedimientos de indicadores son realizados por cada entidad estatal en su trabajo interno, esta comisión propuesta podría revisar los resultados, proponer nuevas maneras de medir el impacto y éxito de las políticas públicas y la aplicación de los recursos.

El joven Diputado tiene varias ideas de propuestas que quiere proponer y daremos seguimiento a lo que deje de propositivo cuando termine su gestión.

Saludos a todos.

miércoles, 1 de junio de 2011

Arquitectura



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El Dr. Jesús Victoriano Villar Rubio nos acompañó ayer lunes para platicar sobre la investigación en arquitectura. En la primera parte del programa comentamos cómo no se ha considerado a los posgrados en arquitectura como estrictamente científicos. Discutimos algunos de los elementos de trabajo de investigación que se requiere para realizar un trabajo de diseño de espacios. Algo que debe quedar muy claro, es que una buena construcción, agradable, funcional, segura, no nace del buen gusto e inspiración del arquitecto. Se deriva de una serie de conocimientos previos de diseño, antropometría, confort, uso, materiales, y otros muchos factores.

En México no existen las instituciones suficientes para el estudio especializado de arquitectura. A nivel maestría, es común encontrarlas del tipo profesionalizante, es decir, que no tienen enfoque en la investigación y son muy prácticas. El caso del doctorado es todavía más difícil de encontrar. Para realizar estos estudios hay que viajar a otros países.

En la segunda parte del programa, el Dr. Villar platicó sobre su libros de Arquitectura y Urbanismo en San Luis Potosí 1917-1967. Me había llamado la atención las fechas seleccionadas que no parecían tener ninguna relación directa a algún evento o época. Nos explicó el Dr. Jesús que en 1917 comienza una etapa post-porfirista, aunque la Revolución no había terminado. Se me ocurrió que la etapa 1910-1917 se llamara la Pausa Revolucionaria para la arquitectura. En estos momentos hubo diversos factores que contribuyeron, además de la Revolución, a una revolución en la concepción de los espacios habitables. Dejaron de existir las casas con patio en medio, con letrina lejana exterior y cocina a leña; espacios que fueron rediseñados con excusados, refrigeradores, estufas a gas y demás electrodomésticos que invitaron a la integración de estos espacios del hogar. Además, la Revolución invitó a seguir el modernismo, dejar atrás el clasicismo y probar nuevas formas que indicaran el inicio de una nueva etapa social.

El caso de la fecha de 1967, que en lo personal parece que coincide con la Revolución del pensamiento de los jóvenes alrededor del mundo y que desembocó en México con los movimientos del '68, también marcó el final de una generación de arquiectos y su propuesta que había durado varias décadas en San Luis Potosí y quizá en el resto del mundo.

Su libro está a la venta en la Librería Universitaria y se los recomiendo para comprender un poco más nuestra ciudad. Por cierto, el Dr. Villar mencionó el hecho de que recientemente se han destruido diversas casas de esa época de la Avenida Venustiano Carranza y han dado lugar a construcciones modernas comerciales que pudieron haber conservado a la vez de prosperado.

Ojalá participemos en los diversos grupos sociales que intentan proteger nuestro patrimonio. Y que quede claro, destruir una obra de valor artístico y cultural, no significa buscar el progreso, como alguien dijo a colación de estas destrucciones bárbaras. Destruir nuestro pasado significa no ser conscientes de nuestra identidad e intercambiar de manera barata unos pesos por la riqueza creada por nuestros abuelos. Este último renglón lo expreso también de manera literal.

Nos vemos.